La vivienda en sí desarrolla todo su programa en una única planta y por supuesto, satisfaciendo los parámetros de ocupación máxima y de separaciones a linderos marcados en la normativa urbanística. Adaptándose de un modo más natural a la orografía natural existente, la cota en la que se desarrollan las estancias de la vivienda se sitúa 2 m por debajo de la más alta de la parcela, el lindero trasero al noreste, y 6 m por encima de la más baja, el lindero de acceso al suroeste. Desde éste arranca la rampa para el acceso de vehículos que recorre todo el lado sureste. El acceso peatonal se puede realizar por esta misma rampa o a través de la pendiente natural del terreno. La piscina, cuya lámina de agua está unos centímetros por debajo de la cota de la vivienda, sirve de transición entre éste y la vivienda. La cubierta, ajardinada, se convierte en un gran mirador al mar, a la vez que parece enterrar a la vivienda. Adelantándose hacia el oeste le sirve además como protección al soleamiento.