Se materializa una propuesta que aprovecha las condiciones urbanísticas del planeamiento vigente para llegar a una solución de edificio plurifamiliar con viviendas pasantes. La disposición de las piezas conformando una manzana abierta en las esquinas libera un gran patio interior arbolado que adquiere todo el protagonismo. De hecho, el acceso se realiza desde la zona central comunitaria a través de 14 portales. La anchura elegida de bloque permite un tipo de vivienda con doble fachada, doble ventilación y doble iluminación, ayudando a un mejor confort (no es necesario disponer de patios internos de ventilación). La orientación de las viviendas ha seguido la lógica de la geometría solar y ubica sus salones hacia el sur. El potente juego volumétrico en los pretiles de las terrazas de las viviendas contribuye a crear una imagen unitaria y vibrante.