Casares en la provincia de Málaga se sitúa en el extremo occidental de la Costa del Sol ofreciendo en su amplia extensión municipal, condiciones físicas, naturales y socioeconómicas diversas. La geografía del término alcanza los 164,2 km2 ocupando una multiplicidad de ambientes distribuidos sobre la costa, las sierras y las vegas originando una topografía movida de fuertes pendientes que aumentan a medida, que nos adentramos hacia el complejo de sierra Bermeja y Crestellina. Los asentamientos responden a sus diferentes orígenes en cuanto a su ubicación, morfología y funcionalidad; por una parte el núcleo primigenio de Casares conformado por motivaciones históricas de carácter defensivo situado entre los predios de la costa y la sierra. Secadero situado en el valle del Guadiaro al suroeste del primero surgido a finales del siglo pasado con una vocación agrícola de explotación de los suelos de vega. Ambos se han desarrollado en la medida que el entorno le ha permitido, respetando en gran medida los factores y procesos ambientales, salvo el paisaje.
La consolidación reciente del frente costero compone el tercer “núcleo” de los asentamientos de Casares, localizado entre la línea de costa y la N-340 y entre esta hasta la AP-7, siendo el resultado de un proceso de ocupación acelerado.
Los impactos sobre territorio y los procesos ambientales no sólo se derivan del desarrollo de un modelo urbanístico bajo el amparo de las Normas Urbanísticas y sus innovaciones, sino de las distintas políticas con incidencia territorial y económica junto al uso que la sociedad realiza de su entorno. Por ello, no se puede afirmar que todos los impactos sobre el medio ambiente obedecen al tipo de modelo urbanístico vigente, sino a la amalgama de intereses que se plasman en el espacio en la escala general y en los asentamientos en particular.
En base a los impactos actuales y los previsibles por la nueva propuesta de ordenación municipal, la Evaluación Ambiental Estratégica del Plan General de Casares asume la responsabilidad de minimizar los efectos negativos del nuevo instrumento de ordenación urbanística además de mejorar las condiciones ambientales y urbanas de partida bajo el establecimiento de criterios y objetivos dentro del discurso y de la normativa urbanística.