ArchDaily, la mayor plataforma digital de arquitectura del mundo, incluye una publicación sobre la Terminal de Cruceros del Puerto de Sevilla, un proyecto diseñado por los estudios Buró4 y Hombre de Piedra. Ubicada junto al río Guadalquivir y promovida por la Autoridad Portuaria hispalense, se trata de una construcción singular realizada a partir de contenedores marítimos reciclados.

El Puerto de Sevilla requería un centro de recepción de pasajeros con un carácter flexible, multiusos, ampliable, fácilmente removible e incluso trasladable, para poder adecuarse gradualmente al aumento en el volumen de viajeros, así como a las posibilidades futuras del valioso espacio urbano-portuario del Muelle de las Delicias.

Por otro lado, su localización reclamaba una propuesta de calidad arquitectónica que propiciara realmente el diálogo activo entre el puerto y su entorno urbano.

El diseño de Buró4 y Hombre de Piedra alcanza todos estos objetivos con un proyecto sostenible y modular que aprovecha las posibilidades constructivas de los contenedores marítimos reciclados. Además, integra el edificio en un entorno urbano de gran valor paisajístico, muy céntrico, y adapta su arquitectura al clima mediterráneo.

La construcción se realizó en dos fases. La primera data de 2013 y en ella se colocaron parte de los contenedores reutilizados. La segunda, realizada en 2016, consistió en la ampliación de las instalaciones y el incremento el número de módulos, pasando de 460 a 891 metros cuadrados en la planta baja. También se hizo transitable la planta alta, lo que aumenta la superficie total del centro de recepción de pasajeros a 1.096 metros cuadrados.

El diseño de la terminal ha permitido que la actuación se entienda no sólo desde parámetros funcionales portuarios, sino también desde urbanos y arquitectónicos, lo que ha propiciado una buena acogida por parte de la ciudad. De hecho, además de su función como centro de recepción de pasajeros, el edificio funciona como espacio multiusos para acoger eventos culturales y sociales de la ciudad.

Estudio bioclimático

La construcción está compuesta por contenedores high-cube, dispuestos en paralelo, y sobre ellos se han colocado contenedores estándar, que funcionan como lucernarios. Todo esto genera un espacio diáfano animado con una sucesión rítmica de luces y sombras, de alturas simples y dobles y de paredes de chapa grecada que permiten reconocer el edificio.

Asimismo, el estudio bioclimático de la terminal permite espacios más confortables, además de un ahorro energético que mejora su sostenibilidad. El aire más cálido se sitúa en la parte superior de los dobles espacios. En los extremos este y oeste de los lucernarios se diseñan ventanas de forma que los vientos dominantes cruzan fácilmente el edificio, retirando el calor de la parte alta.

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